Regresar a Seminario

Estoy en el penúltimo año de la secundaria y trabajo lejos de mi familia en Washington D.C., en un programa en el que tengo que comenzar mis estudios a las 6:45 h. Cuando termino, voy a trabajar al Capitolio y lo más temprano que salgo de allí es las 17:30 h. Seminario comienza a las 18:00 h y ocupa una hora y media de mis tardes. Pocas veces tengo tiempo de terminar mis tareas escolares antes de caer exhauto en la cama. Me digo a mi mismo que no tengo tiempo para hacer todo y he decidido que seminario es lo único que puedo dejar.

Todo parecía ir bien, con excepción de que mis notas bajaron. Mi profesora de matemáticas me puso en una clase de estudio obligatorio durante una hora todas las tardes por varias semanas. Después de tres meses sin asistir a seminarios, mi amigo me convenció de que fuera sólo ese viernes a la noche. Accedí a regañadientes. Muy dentro de mí deseaba ir, pero sentía una gran vergüenza al entrar tímidamente al salón de clases después de tres meses de ausencia.

Fui fiel a esa promesa y nunca más me pusieron en una clase de estudio obligatoria. Aun cuando sigo luchando con matemáticas, mis notas subieron y se mantuvieron así y pasé con buenas calificaciones. Sé que el Padre Celestial me proporcionó el medio para cumplir con Sus mandamientos y me bendijo para que pudiera realizar más en Sus manos de lo que yo solo, y con mis propias fuerzas podría lograr.
Fuente: https://www.lds.org
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