lunes, 18 de febrero de 2013

Estudiar las Escrituras con éxito

Paul VanDenBerghe Liahona


¿Cómo puedes estudiar las Escrituras? Déjame decirte...
Así que te has comprometido a estudiar las Escrituras cada día porque realmente quieres aprender, quieres ganar un testimonio del Evangelio. Puedes empezar con el Libro de Mormón. Después de todo, muchos profetas, tanto modernos como antiguos, nos han recordado que es esencial que cada uno de nosotros tenga un testimonio del Libro de Mormón. Lo abres en 1 Nefi 1:1 y empiezas a leer: “Yo, Nefi, nací de buenos padres…”.
Cada día (sé optimista) lees unos cuantos versículos más o, incluso, unos cuantos capítulos hasta que, varios meses después llegas a Moroni 10:34 y lees las últimas palabras de Moroni: “Y ahora me despido de todos…”. Pero leer las Escrituras desde el primer versículo hasta el último es sólo una de las maneras de estudiar. El poner un poco de variedad en cómo estudias las Escrituras podría brindarle una perspectiva y entusiasmo nuevos a tu lectura diaria.
niña leyendo
Simplemente recuerda que no importa qué sistema utilices para estudiar las Escrituras, si comienzas siempre con una oración, te será mucho más fácil entender y encontrar respuestas al ir leyendo. A medida que hagas del estudio diario de las Escrituras un hábito, asegúrate de que la oración se convierta en una parte constante de él.
Selecciona algunas de las siguientes sugerencias para el estudio que te llamen la atención, o modifícalas para ayudarte a lograr una nueva perspectiva de las Escrituras al estudiar el Evangelio cada día.

Aprende sobre un tema

Una manera excelente de leer las Escrituras es estudiar un tema específico. Tal vez tu clase de seminario tuvo una lección acerca de la honestidad o en la noche de hogar hablaste en cuanto a la oración y ahora te interesa aprender más. ¿Por qué no utilizar tu tiempo de lectura personal de las Escrituras para aprender por tu cuenta? Las ediciones de las Escrituras de los Santos de los Últimos Días ofrecen muy buenas ayudas para el estudio, tanto en internet en scriptures.lds.org como impresas, que incluyen la Guía para el Estudio de las Escrituras, la Guía de referencias de la Santa Biblia y Selecciones de la traducción de José Smith. Busca las palabras “Honestidad” u “Oración” en la Guía para el Estudio de las Escrituras, consulta las referencias y empieza a aprender.

Estudia una persona o un profeta

Cualquiera que sea la manera que elijas para estudiar las Escrituras, tu estudio te ayudará a fortalecer tu testimonio y a aumentar tu entendimiento del Evangelio.
Elige una persona o un profeta en particular a quien te gustaría conocer mejor y deja que esa búsqueda te guíe en tu estudio de las Escrituras. Quizás te gustaría saber más acerca de María, la madre de Jesús, de Hageo o de Ammón. Puedes utilizar las ayudas para el estudio de las Escrituras a fin de aprender más acerca de estas personas y sus vidas. Empezarás a aprender que tan grandes personajes de las Escrituras vivieron el Evangelio. A medida que leas en cuanto a otras personas, piensa de qué manera puedes seguir sus ejemplos de rectitud para llegar a ser más como ellas.

Busca respuestas a tus preguntas

Hazte preguntas mientras lees. Si te has preguntado por qué razón el domingo es el día de descanso, inicia tu estudio de las Escrituras con esa pregunta en mente. Puedes empezar por mirar “Día de reposo” en las ayudas para el estudio y ver a dónde te lleva, o continuar leyendo en una sección que ya estés estudiando. Cuando estés leyendo un relato de las Escrituras en particular, pregúntate: “¿Qué hay en mi vida que se parezca a esto?”. Intenta entender y aplicar las Escrituras de tal manera que vayan en consonancia con tu vida y con tu situación, desafíos y preguntas actuales. Al orar y leer para encontrar respuestas a una pregunta específica te darás cuenta que a menudo descubres respuestas en versículos que nunca pensaste que estarían relacionados con tu tema.

Busca al Salvador y Sus enseñanzas

¿Qué fue lo primero que el Salvador enseñó al pueblo de Nefi cuando se les apareció en la tierra de Abundancia? Lee en 3 Nefi 11 para saberlo. ¿Qué enseñó Cristo en Su Sermón del monte? Puedes leer al respecto en Mateo 5-7 y Lucas 6. ¿Qué puedes aprender de la parábola del buen samaritano? Estúdiala en Lucas 10 y averigua quién es tu prójimo.

Haz una lista de Escrituras

escrituras marcadas
Crea una lista de Escrituras que tengan un significado especial para ti. Podrías empezar con los versículos de dominio de las Escrituras o algunos de tus favoritos que te hayan inspirado en el pasado. Quizás desees esforzarte en memorizar algunos versículos. A medida que leas estas Escrituras especiales, intenta consultar las referencias que figuran al pie de la página y comprueba a dónde te llevan en tu estudio.

¡Empieza hoy!

Cualquiera que sea la manera que elijas para estudiar las Escrituras, tu estudio te ayudará a fortalecer tu testimonio y a aumentar tu entendimiento del Evangelio. En otras palabras, no existe una única manera correcta de estudiar las Escrituras. Así es que, no tengas miedo de experimentar y prueba nuevos enfoques de la manera en que lees.
Te verás altamente recompensando por el tiempo que destinas a estudiar las Escrituras: “Porque el que con diligencia busca, hallará; y los misterios de Dios le serán descubiertos por el poder del Espíritu Santo, lo mismo en estos días como en tiempos pasados, y lo mismo en tiempos pasados como en los venideros” (1 Nefi 10:19).

Estudia diligentemente

“El estudio intensivo no es tan eficaz como la lectura y aplicación diaria de las Escrituras en nuestra vida. Familiarícense con las lecciones que se enseñan en las Escrituras. Aprendan las circunstancias y el entorno de las parábolas del Maestro y las admoniciones de los profetas. Estúdienlas como si les hablaran a ustedes, porque así es” (Thomas S. Monson, “Sé lo mejor que puedas ser”, Liahona, mayo de 2009, pág. 68).



Fuente: https://www.lds.org

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