lunes, 25 de febrero de 2013

Seis sugerencias para tener éxito con el estudio de las Escrituras

Afton Nelson


Haz que tu tiempo de estudio de las Escrituras sea más eficaz.
¿Te resulta difícil a veces estudiar, verdaderamente estudiar, las Escrituras? Aquí encontrarás algunas ideas que puedes usar para agregar más energía a tu estudio de las Escrituras y aprovechar al máximo el tiempo de lectura.

1. Ora y busca la influencia del Espíritu

Pide al Padre Celestial que te ayude a sentir el Espíritu al leer las Escrituras. Las Escrituras se dieron por revelación y pueden entenderse por revelación. Cuando confiamos en la ayuda de nuestro Padre Celestial y del Espíritu, llegamos a ser humildes, enseñables y estamos preparados para aprender.

2. Consulta los mapas

Los mapas pueden ayudarte a visualizar los lugares mencionados en tu estudio de las Escrituras. Las palabras y los relatos tendrán más significado si tienes una mejor comprensión de las distancias que se recorrían, del clima, la topografía y otras características importantes de los lugares acerca de los cuales estás leyendo. Por ejemplo, la historia de Jonás en el Antiguo Testamento (véase Jonás 1–3) adquiere mayor significado cuando sabemos que la ciudad de Nínive estaba ubicada cerca de lo que hoy es Iraq y que Tarsis podría haber estado ubicado en España.
Pide al Padre Celestial que te ayude a sentir el Espíritu al leer las Escrituras. Las Escrituras se dieron por revelación y pueden entenderse por revelación.
¿A qué distancia están el uno del otro estos dos lugares? ¿Que tuvo que hacer Jonás para viajar a cada lugar? Fue un viaje largo y difícil. ¿Cómo cambia este conocimiento tu comprensión de la historia?

3. Busca las listas

A menudo un versículo o versículos de las Escrituras incluirán una lista. Una vez que empieces a reconocer las listas en las Escrituras, las verás más a menudo. Por ejemplo, en 3 Nefi 17:3, Jesús tiene compasión de los nefitas y reconoce que están cansados después de un largo día de escuchar y aprender. Él da a los nefitas una lista de cosas para hacer:
  1. “Id a vuestras casas, y
  2. “meditad las cosas que os he dicho, y
  3. “pedid al Padre en mi nombre que podáis entender; y
  4. “preparad vuestras mentes para mañana”.
¿Puede esta lista ayudarnos a sacar más provecho de nuestra asistencia a las reuniones de la Iglesia? ¿Cómo puede el hacer las cosas en esta lista ayudarnos en nuestro estudio de las Escrituras? Cada vez que veas una lista en las Escrituras, escríbela y mira si puedes aplicar los mismos pasos a los aspectos de tu vida.

4. Busca modelos y repeticiones

Cuando notes un modelo o repetición en las Escrituras, a menudo hay algo que aprender de ellos, como en los relatos del nacimiento de Cristo en el Nuevo Testamento. En Mateo 2, Mateo repite la frase “para que se cumpliese”. Él se centra en cómo varios elementos del nacimiento del Salvador cumplieron las profecías del Antiguo Testamento. En lugar de crear un modelo de palabras como Mateo, Lucas crea un modelo de personas en su relato que se encuentra en Lucas 2, donde los pastores, Simeón y Ana, vieron y dieron testimonio de la divinidad del Salvador.
¿Qué podemos aprender de estos dos relatos del nacimiento del Salvador? ¿Qué piensas que cada autor estaba tratando de lograr al contar el relato de la forma en que lo hizo?

5. Busca los mandamientos y las bendiciones prometidas

A menudo en las Escrituras, cuando el Señor da mandamientos después nos dice las bendiciones que recibiremos al guardarlos. Considera lo siguiente:
“Pedid, y recibiréis; llamad, y se os abrirá” (D. y C. 4:7).
A menudo en las Escrituras, cuando el Señor da mandamientos después nos dice las bendiciones que recibiremos al guardarlos.
“Y todos los santos que se acuerden de guardar y hacer estas cosas, rindiendo obediencia a los mandamientos [la Palabra de Sabiduría], recibirán salud en el ombligo y médula en los huesos” (D. y C. 89:18).
“Deja también que tus entrañas se llenen de caridad para con todos los hombres, y para con los de la familia de la fe, y deja que la virtud engalane tus pensamientos incesantemente; entonces tu confianza se fortalecerá en la presencia de Dios”(D. y C. 121:45).
Al leer, considera usar dos lápices de colores, marca los mandamientos en un color y las bendiciones prometidas en otro. ¿Qué notas? ¿Cómo influye este modelo en tu testimonio del amor de nuestro Padre Celestial por ti?

6. Busca cómo aplicarlo a tu vida

Nefi nos dice que debemos comparar las Escrituras a nosotros mismos (véase 1 Nefi 19:23). Las Escrituras fueron escritas para nosotros y se aplican a nuestra vida. Por ejemplo, tal vez no estemos en la situación de tener que encontrar mineral para forjar herramientas o no tengamos que construir un barco (véase 1 Nefi 17), pero a todos se nos pedirá hacer cosas difíciles. ¿Cómo puede ayudarnos la manera en que Nefi respondió a su desafío de construir un barco a responder a nuestras misiones?
Cuanto más practiques el buscar cómo aplicarlo a tu vida, más rápidamente empezarás a verlo. El Espíritu nos puede enseñar las verdades hermosas de las Escrituras si hacemos nuestra parte. Pero tenemos que abrirlas y hacer más que sólo leer las palabras. A medida que estudiamos con el Espíritu, las Escrituras pueden verdaderamente cobrar vida para nosotros.

Acercarse más a Dios

“Al relacionarnos con Dios mediante la oración sincera, al leer y estudiar las Escrituras a diario, meditar sobre lo que hemos leído y sentido, y luego poner en práctica y vivir las lecciones aprendidas, nos allegamos más a Él. La promesa de Dios es que a medida que busquemos conocimiento diligentemente de los mejores libros, ‘[Él nos] dará conocimiento por medio de su Santo Espíritu’ (D. y C. 121:26; véase también D. y C. 109:14–15)”, (Ian S. Ardern, “Un tiempo de preparación”, Liahona, noviembre de 2011, pág. 32).



Fuente: https://www.lds.org

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