lunes, 25 de febrero de 2013

Voces de los jóvenes: Permanecemos en lugares santos

Los jóvenes comparten lo que les ayuda a permanecer en lugares santos.
El lema de la Mutual de este año es “Permaneced en lugares santos y no seáis movidos” (véase D. y C. 87:8). A medida que lleven una vida recta y guarden los mandamientos, podrán permanecer en lugares santos en muchos entornos, por ejemplo, en su hogar, en la Iglesia, en el templo, o en “cualquier lugar en el que se encuentren, donde el Espíritu esté presente” (Elaine S. Dalton, “Lugares santos en su vida”, Liahona, enero de 2013, pág. 51).
Mira lo que los jóvenes a continuación han dicho acerca de lo que les ayuda a permanecer en lugares santos. Luego descubre cómo puedes enviar tu propia foto y texto.
“Asistir a la Mutual me ayuda de muchas maneras a permanecer centrado en el Evangelio y cerca de él. Me ayuda a luchar contra la tentación y me recuerda el Evangelio al mismo tiempo que me divierto. La Mutual siempre me proporciona un mensaje espiritual que fortalece mi testimonio”.
Edgar C., Nueva York, EE. UU.
“Permanecer en lugares santos significa que yo debo escoger cuidadosamente cómo dedico mi tiempo libre, los amigos con quienes paso mi tiempo y en qué pienso. Cuando me acuerdo de que puedo tener la compañía del Espíritu Santo y ser digno de mis deberes como poseedor del sacerdocio, me ayuda a ser obediente”.
Chase H., Washington, EE. UU.
“Prepararme para ir a la Iglesia y asistir a las reuniones dominicales me ayuda a permanecer en lugares santos, porque me permite comprender lo que es estar en el mundo sin ser del mundo. Trae el espíritu a mi vida cuando sé que me estoy preparando para entrar en un lugar donde Dios está”.
Anna G., Washington, EE. UU.
“Permanecer en lugares santos significa rodearse de buenas personas, especialmente de buenos amigos y hacer siempre cosas importantes, como leer las Escrituras y orar. Cuando nos encontramos en lugares santos, estamos dejando entrar a Dios en nuestra vida y entonces Él realmente nos puede ayudar en tiempos difíciles”.
Jacob P., Utah, EE. UU.
“Cuando voy al templo, siento un poco de asombro que afecta profundamente mis sentimientos y actitud, y mantiene mi mente centrada en el Evangelio. Ese sentimiento permanece conmigo y me ayuda a mantenerme en el camino correcto y a practicar buenos hábitos que me permitirán continuar con firmeza”.
Kinsey S., Nueva York, EE. UU.
“Las reuniones del domingo ponen mi mente en situación de hacer lo correcto, para ser recto en mi vida diaria y tomar decisiones correctas”.
Jacob G., Washington, EE. UU.
“Para mí, permanecer en lugares santos implica vivir las normas cada día. Puedo ser un ejemplo para mis amigos y mi familia en todo cuanto hago”.
Kira N., Utah, EE. UU.
“El servicio me ayuda a obtener una perspectiva diferente al mostrarme todas mis bendiciones y lo que puedo dar a los demás. Para mí es una manera de estar en un lugar santo, tomar sobre mí el nombre de Cristo y ser un ejemplo dondequiera que vaya”.
Tanner A., Utah, EE. UU
“Yo sé que me encuentro en un lugar santo cuando allí se siente el Espíritu, ya sea que esté con un grupo de familiares y amigos, o incluso cuando estoy sola. Tan pronto como percibo que el Espíritu se retira y tengo una sensación inquietante en el estómago, sé que debo irme y buscar un lugar más santo”.
Hannah H., Washington, EE. UU.
“La Mutual es un lugar sagrado porque tengo la oportunidad de relacionarme y pasar un buen rato con mis compañeros del quórum”.
Jarrett A., Utah, EE. UU.
“Para mí permanecer en lugares santos significa más que sólo elegir los lugares correctos donde estar. Significa escoger los amigos adecuados y con ellos cumplimos juntos nuestras normas. Al hacerlo, el Espíritu Santo está constantemente conmigo”.
Ashley Y., Washington, EE. UU.
“No puede haber un lugar santo sin la mano de Dios. Quiero estar en lugares santos porque son exactamente eso, santos. Una manera de crear un lugar santo es prestar servicio. El servicio produce un impacto en la vida como ningún otro. Lo hago porque realmente marca la diferencia y ayuda a las personas”.
Isaac D., Nueva York, EE. UU.




Fuente: https://www.lds.org

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